lunes, 18 de octubre de 2010

IRINA LUR

A ti te quiero.
No estuviste en mi vientre,
yo no te puse nombre
-más tarde me dejaste
nombrarte a mi manera-
y no supe de ti durante años.
Pero entraste en mi vida
como una bocanada de aire fresco,
-una sobreviviente,
con sólo cinco años-
te acomodaste en mi pecho sin dudar
que serías bienvenida.
Y aquí sigues, y sabes
que mi casa es tu casa,
que mis brazos te acogen,
mi pecho es tu refugio calentito
para otro invierno.

6 comentarios:

Angel Javier dijo...

Precioso y muy tierno, Llanos
un abrazo mu grande

Llanos Guillén dijo...

Gracias Ángel ;) Otro abrazo igual de grande, o más!

nexus. dijo...

Impresionante como en estas pocas líneas dices tanto.
De verdad es conmovedor el poema.
Un saludo.
Salud y República!!
Nexus.

Llanos Guillén dijo...

Gracias, Nexus, por venir, leer y comentar ;). Bienvenido! Salud y República!

Athenea dijo...

Qué ternura desprenden tus palabras, esta es Llanos, luchadora y emocional. Me ha encantado. Enhorabuena.

Llanos Guillén dijo...

Gracias, Athenea. Me gusta leerte por aquí ;)