martes, 28 de diciembre de 2010

28 de diciembre de 1989

Camino
entre la multitud
que se afana en comprar
los últimos regalos.
Camino.
No sé hacia dónde ir
y mis pasos me llevan otra vez
al punto de partida.
Entro en el bar, me pido una cerveza,
cojo una servilleta y ahí escribo
esto que estás leyendo,
-no sé si es un adiós,
un hasta luego,
un me cago en mi suerte,
una mentira-
mientras me bebo rápido
la segunda cerveza
y me trago las lágrimas
y busco una aspirina.
Estación de Alicante,
veintiocho de diciembre
de mil novecientos ochenta y nueve.
Espero el tren de vuelta.

2 comentarios:

Athenea dijo...

No sé que pasaría en tu vida un día como el de hoy, hace veintiún años, pero tuvo que ser algo tremendo que te marcó profundamente, y que llega a nosotr@s con toda la fuerza de la tristeza y la impotencia, y como si fuese hoy mismo.
Gracias, un abrazo.

Llanos Guillén dijo...

Gracias a ti, Athenea. Siempre es una alegría que me visites ;-)