lunes, 24 de enero de 2011

fiebre

sólo con un "te toco"
todo se normaliza:
manos y pies recobran
sus medidas,
y ya en paz me acurruco
sonriendo
entre tus palabras y tu abrazo.

2 comentarios:

Athenea dijo...

Es lo que tiene la fiebre, que todo lo distorsiona, pero la mano amiga vuelve a su sitio la distorsión y con ella, además, llega la paz.
Es sin fiebre y escribes maravillas, con el delirio febril rozas la genialidad.

Llanos Guillén dijo...

(shhhhh... que se va a notar que te pago...). En serio, gracias por estar atenta, y ser tan generosa siempre conmigo en tus comentarios. Menos mal que aún quedan manos que tocan y dan paz ;-)