Cuando ya no le queda
ni una triste sonrisa que llevarse a la boca,
cuando no puede hablar, cuando se ahoga
y en el silencio siguen resonando
las palabras más duras...
Llegados a ese punto
se esconde en un rincón, desaparece.
Si alguna vez no vuelve
deja que su recuerdo se diluya en la niebla,
como la escena final
de una película.
2 comentarios:
Siempre queda esa sonrisa, mira bien dentro de ti, eres un manantial, Llanos!
Precioso poema, un abrazo muy grande, te quiero
:) Gracias, Ángel, por descubrir esa sonrisa. Otro abrazo para ti, te quiero.
Publicar un comentario