jueves, 13 de septiembre de 2012

Veinticinco de abril

Si miro hacia la calle
sigo viendo las nubes movidas por el viento,
las copas de los árboles,
las aceras vacías.
Me falta luz por dentro:
ni palabras ni abrazos
hoy
veinticinco de abril de dos mil doce.

Respiro despacito, 
me acurruco en silencio.
Y suena una canción tras los cristales.

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