Amarte fue tan fácil al principio,
cuando apenas sabía
de ti ni de tus cosas,
fue tan fácil
que me olvidé del mundo.
Y vivir a tu lado fue, al principio,
un sueño de los buenos,
de los que te despiertas
con la sonrisa dentro del café
y los pelos revueltos.
Después llegó, ya sabes,
el desamor y el odio,
esa rabia de haberme equivocado
y ese dolor de haber perdido mucho
-casi casi la vida-
en la última batalla.
Pero vuelvo a encontrarte en mi camino:
ya no tenemos armas apuntando
y toda esa tormenta
ha dado paso a un cielo luminoso
bajo el que voy sonriendo
encantada de haberte conocido.
1 comentario:
¡¡Ay!! los amores.... ¿Sabes qué decía mi admirado Cantinflas con su humor surrealista a propósito de este sentimiento?:
¡¡¡El amor puro!!!
¡¡¡El amor casto!!!
¡¡¡El amor tiguador!!!
Jajajajaja... nunca dejes de sonreir.
Un abrazo.
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