Todos los jueves la banda da un concierto en el parque. Desde mi cuarto escucho la música, y toda la casa se llena de notas y compases; me asomo a la ventana y veo niños bailando. Yo misma me descubro moviéndome al ritmo que me marcan desde los árboles oboes y trompetas.
Marchas militares, música de películas, coplas e himnos.
Empieza a anochecer y me rondan mil haikus que no adquieren forma.(¿Bailas una pieza conmigo? Las voces de verbena de mi infancia me cercan y me ponen un poco triste, como el día de recoger los farolillos)
2 comentarios:
Hummmmmm a mí me pasa igual, pero no tengo enfrente de casa la banda. Yo bailo contigo ;-)
Un beso.
El próximo jueves, separadas por unos metros de aire, pero compartiendo la música que lo llena, sabré que estás ahí. (¿Me concedes este baile?)
; )
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