Ya sé que tengo el aire, la luz del sol, la niebla,
el eco de tu voz en la distancia,
las palabras, la música, la tierra,
la risa y la añoranza.
Sé que tengo una nota sostenida
entre dos nombres, entre dos miradas
donde queda la dicha contenida.
A veces también sé que no sé nada,
que tengo que olvidar lo que termina
y tengo que vivir lo que me falta
jugándomelo todo día a día.
Y aunque sé que es la vida que me arrastra
cada vez duelen más las despedidas
y es más irremediable la nostalgia.
5 comentarios:
Precioso, con un toque de tristeza.
Disfruté escribiéndolo, y eso no me ocurre siempre. Gracias por leerme y por escribirme ;)
Eres sabia.
Es normal que las despedidas duelan cada vez más, porque conoces cada vez mejor el vacío que implican.
Besos
Precioso LLanos. LLega muy hondo.
Gracias, Paula, siempre tan generosa conmigo.
"Anónimo", me encanta que te haya llegado, me gustaría saber quien eres.
Un abrazo a ambos :)
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